por: José Fernando Arango
En mi andar como fotógrafo taurino me lleva por todos los rincones donde haya un toro bravo.
El pasado sábado, tuve la fortuna de encontrarme en un a plaza portátil de Ciudad Real, donde hacia su debut un novillero irlandes de nombre David White, que yo sepa en la historia no se conoce ningún antecedente taurino de las Irlandas ni del sur ni del norte, pero lo que sorprendió a los aficionados no era su origen, sino sus maneras de lidiar y matar los novillos, con cabeza, valor, pellizcos de torería, cortando tres orejas y saliendo en hombros, comparto algunas imágenes como primicia de su actuación, donde hay que seguirlo y en tiempos tan difíciles para el torero creo que es muy importante prestarle atención.
Allí se encontraban televisiones tanto de Irlanda como del Reino Unido y ningún medio español.
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Es de Irlanda del Norte, el español no es su lengua materna, pero la domina, y ha elegido una profesión difícil y dura, sobre todo para alguien que no ha nacido y que no vive en España, y sin embargo sigue adelante. David White, El Irlandés, no se da por vencido, y lo que le mantiene vivo en este mundo tan complicado es sin duda su enorme afición. Si ser torero tiene un grado alto de dificultad para los chicos de nuestro pais, es inimaginable a cuántas adversidades se puede enfrentar este hombre, sin contactos previos en el mundo del toro, sin nociones sobre tauromaquia, y teniendo que desplazarse desde Irlanda a España a expensas de sus vacaciones y su dinero.
En Irlanda, la gente que me conoce se vuelca conmigo y me apoya. Allí, tienen la mente muy abierta para escuchar y conciben el toreo como un arte y nunca me han dado ningún problema. Han salido muchos artistas, no toreros, pero que tienen que ver con el arte y los admiran‘.
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